viernes, 29 de enero de 2016

¿HAS OÍDO HABLAR DE LAS CABAÑUELAS Y QUE VIENEN DE CABAÑA? Rubén Almonte Morrobel

La palabra cabañuela, etimológicamente se compone del sustantivo "cabaña" y del sufijo "uela". Es el nombre tomado del lugar donde se celebraba la fiesta judía de los tabernáculos o cabañuelas, procede del diminutivo desusado de cabaña y se caracteriza por lloviznas en los primeros dieciocho días del mes de enero. 
Las cabañuelas es un conjunto de métodos tradicionales de predicción meteorológica a largo plazo utilizado en el sur de España.

 Es un método usado por nuestros campesinos para pronosticar, si iba a llover o iba a hacer sequía, en mayor o menor grado,  cada mes del año que se tratase. Probablemente  esta creencia se heredo de los españoles conquistadores de América, que hicieron su primer asentamiento, en la desembocadura del río Bajabonico, en lo que hoy se conoce como El Castillo, La Isabela. En Andalucía, España se usaba como herramienta de pronóstico del tiempo.

Este especie de arte no tiene certeza científica, pero era lo que utilizaban los agricultores y ganaderos, en Martín Alonzo, a comienzos de cada año, para planificar las siembras y cosechas; así como la preñez y parición de los animales. No se contaba en aquel entonces, con información agrometeorológica alguna, en este campo.

Los elementos de observación que se tomaban en cuenta eran las nubes, las lluvias, los vientos, los cielos, las plantas, el comportamiento de los animales como las golondrinas y las hormigas voladoras
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Golondrinas

Decían que hay cabañuelas grandes o largas (del 1 al 12 de enero), de manera sistemática y ascendente, cada día corresponde a un mes y cabañuelas chiquitas o cortas ( del 13 al 18 de enero, también de manera sistemática: pero,  en este caso, un día, corresponde a dos meses (uno en la mañana y otro en la tarde).  Por ejemplo,  en las grandes, el día 5 de enero, corresponde a mayo y el día 11 a noviembre. Así mismo, en las chiquitas, el día 18, corresponde, en la mañana a junio y en la tarde a julio.

Esta costumbre, la llevaban de forma oral, durante los eneros de cada año; pero no se tomaban anotaciones o registros, lo cual, le hubiera dado mas seguridad y cierto rigor científico, al contar con estadísticas de 30 o más años.



Nuestro padre, Cosme Almonte Batista, ademàs de las cabañuelas, utilizaba otro sistema de predicción meteorológica, el cual no se si fue inventado por él, o lo asumió de alguien mas. A continuación la descripción:

Tomaba madera y de ella, preparaba una rueda. En una de los lados, dibujaba doce cuadrantes, con lápiz de carbón. Cada uno de ellos, representaba un mes del año, empezando por enero. En cada cuadrante, colocaba un grano de sal, de igual tamaño. Luego, llevaba la rueda con los granos de sal y los ponía al sereno por doce días, al final de los cuales, procedía al examen de los granos de sal. Dependiendo del grado de derretimiento de la sal, habría màs lluvia o menos lluvia o màs sequía o menos sequía.
Les confieso que muchas veces, cuando el grano de sal se derretía por completo, en el mes correspondiente no paraba de llover. ¿Acierto o casualidad? Vaya usted a saber! Solo les narro la historia.